La sección 22: la próxima tormenta – Samael HERNÁNDEZ RUIZ
Por Samael HERNÁNDEZ RUIZ.
La Sección 22 resolvió intentar el boicot durante la pasada octava del Lunes del Cerro(Guelaguetza) a pesar de la advertencia de la Secretaría de Gobernación (SEGOB) de que no lo hiciera. Por su parte la Asamblea Estatal del magisterio oaxaqueño tomó el acuerdo de continuar su movilización de manera indefinida, hasta la abrogación de la Reforma Educativa. Los dos acuerdos no llaman a sorpresa.
Pero lo que sí llama la atención es la razón por la que la asamblea estatal se ha radicalizado. Los elementos que parecen intervenir en este hecho son:
La presión que ejercieron los supuestos representantes del pueblo de Nochixtlán, quienes se presentaron en la asamblea estatal el sábado 30 de julio y llamaron traidores a quienes hablan de avances en las negociaciones y proponen el “repliegue táctico”. Lo anterior fue aprovechado por los oradores de la asamblea vinculados con quienes quieren el reconocimiento del llamado ayuntamiento popular de ese municipio para evitar que el PRI llegue a la presidencia municipal, con lo que han convertido a Nochixtlán en un polvorín que podría explotar.
El descontento parcial de las bases magisteriales, ya que no ven avances en las negociaciones para abrogar la reforma educativa y el hecho de que no hay minutas firmadas de lo que han logrado arrebatarle a la SEGOB, aumenta la desconfianza hacia sus dirigentes.
Las tensiones que se comienzan a dar entre los grupos políticos y la actual dirigencia de la S22, por un eventual acuerdo con el gobierno federal, ya que afectaría la correlación de fuerzas internas de cara a la elección de la próxima dirigencia seccional.
Las filtraciones de que José Murat controla a la S-22 en Oaxaca. Lo que ya ha provocado reacciones y amenazas en el sentido de que el primero de diciembre habrá una demostración para que los Murat no crean que controlan al Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación de Oaxaca (MDTEO).
Todo lo anterior contribuye a radicalizar el ambiente en la asamblea estatal.
El contexto regional del conflicto, sobre todo lo que ha sucedido en Chiapas, podría desencadenar un alud político si los opositores a la actual dirigencia de la Sección 7, azuzados por la gente del SNTE, radicalizan la movilización, como parece que ha ocurrido, y esto lleve a actos de provocación para fraccionar al movimiento democrático chiapaneco.
Durante esta primera semana de agosto, se reunieron los treinta y siete sectores en la ciudad de Oaxaca, si la intensión de la actual dirección fue la de desmovilizar al magisterio oaxaqueño, han fracasado y el reciente paro de empresarios del 8 de agosto y sus declaraciones, sólo calentaron más los ánimos de los trabajadores de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE).
La opacidad de las negociaciones entre la SEGOB y la Comisión Nacional Única de Negociación (CNUN), está cobrando sus facturas. Ninguno de los actores directamente involucrados en el conflicto, coinciden en sus declaraciones de cara a la opinión pública.
Los dirigentes de la CNTE informan a sus bases que los resultados de las negociaciones son mínimas en cuanto a la demanda de abrogación de la reforma educativa, pero sostienen que hay avances significativos en:
La liberación de los presos de la CNTE.
El pago de los descuentos realizados a los maestros por no asistir a clases.
El pago de adeudos pendientes.
La asignación automática de plazas a los egresados de las normales.
La suspensión de la evaluación a los maestros en los estados de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, y
la cancelación de los despidos a los maestros que no se presentaron a las evaluaciones hechas por la Secretaría de Educación Pública (SEP) en los estados.
No obstante, insisto, la información que se comunica a las bases de trabajadores adolece de un elemento importante: no hay un documento signado por las autoridades que dé evidencia de los compromisos establecidos.
Lo anterior provoca confusión y desgano en las filas magisteriales; pero en los sectores más radicales ha provocado enojo y la consigna de continuar con la jornada de lucha de manera indefinida, arreciando las acciones y amenazan con no iniciar clases el próximo ciclo escolar en este mes de agosto.
La tendencia que se observa en el magisterio oaxaqueño de continuar o incluso radicalizar sus acciones, la alientan organizaciones políticas que desean poner contra la pared al gobierno entrante de Alejandro Murat.
Pretenden organizar un frente estatal de autoridades municipales y de “organizaciones sociales” mediante reuniones programadas a partir del 20 de agosto en Tuxtepec, Valles Centrales, la Sierra Sur, el Istmo, la Mixteca, la Costa y la Cañada, es decir, prácticamente en todo el estado excepto en la Sierra Norte. El primer ensayo de su movilización se hará el primero de septiembre, como ya es costumbre, a la sombra de la movilización nacional que hará la CNTE ese mismo día.
En estas condiciones resulta incongruente que la SEGOB afirme que se va saliendo del conflicto magisterial.
Si el frente que están impulsando algunas organizaciones políticas prospera, pero sobre todo si logra atraer a las comunidades y municipios con problemas no resueltos por la actual administración, Oaxaca podría ser la llamarada que incendie al bosque.
Los grupos políticos al interior de la Sección 22 o están jugando al aprendiz de brujo o conocen bien los riesgos que corren y a los que exponen al propio MDTEO y no les importa, porque lo que quieren es poner de rodillas al próximo gobierno de Oaxaca, pero ¡cuidado!, porque su juego puede convertirse en la próxima tormenta.